Somos dos almas incomprendidas viviendo, existiendo, respirando, escribiendo.
Al inicio todo era paz, era armonía, todo era serenidad. Se crearon primero: Los cielos, los mares y la tierra. Luego las aves, las bestias y los peces.
El principio del hombre, era comer, vestir y recrearse. Luego pecó, destruyó y construyó junglas de concreto que podían dominar y dónde no existe más que el afán de poseer.
Éstas ideas me ahorcan, hoy 24 de marzo del 2020, ahora que el humano se encuentra enjaulado por causa de su propia imprudencia y arrogancia. Una amenaza invisible nos acecha, invisible a simple vista, pero tan real que está allá afuera.
Nunca habíamos estado consientes de lo que era el encierro y del miedo como hoy en día. Estamos tan acostumbrados a caminar libremente por las calles, hacer lo que se nos diera la gana, comer lo que deseemos como: algún que otro animal salvaje si así se nos apetecía.
Ahora lo estamos pagando...
¿No podemos ser más consientes? Así como los Mayas eran consientes de la flora y fauna, o como los Aztecas que cuidaban de sus aguas y de su higiene, no necesitaban de más, o como los griegos que practicaba las artes, cuidaban de su cultura y se ejercitaban, como sus filósofos naturalistas.
Citando a Platón, como lo expone en su obra la República; "solo dos cosas necesita el hombre, la música y la gimnasia" la música es el "arte", este para sensibilizar el alma, y la gimnasia es el "ejercicio", para tener carácter, justicia y ser incorruptibles.
Al parecer, el humano siempre ha deseado más. Porque somos egoístas, ambiciosos por naturaleza.
Lo gracioso, es que a nosotros se nos encomendó un solo trabajo, y no podemos cumplirlo; "administrar y proteger el planeta", somos dueños mientras sigamos en él y a la vez no nos pertenece.
El mundo convulsiona y nosotros no hacemos nada.
Por otra parte, considero, que todo esto es bueno y me alegro, el sonido del silencio invade el mundo de nuevo, los animales salen de sus escondites a explorar.
En Venecia los peces y aves acuáticas salen a pasear por sus canales, en España los Jabalíes recorren las calles, en Italia, los venados invaden las calles empedradas de la antigua Roma, en Rio dulce, Guatemala, salen los Manatís. Y algunos otros animales como los elefantes celebran en los viñedos de Italia, se emborrachan y brindan por la ausencia del humano.
¿Algunos se preguntaran por nosotros?, ¿que se han hecho los humanos? ¿En dónde se han metido? O ¿Ya no existen? ¿Nos han dejado vivir en paz? ¿ya se dieron cuenta del mal que le han hecho a nuestro planeta? pero la verdad es otra, no les hacemos falta, no les somos indispensable en este mundo y nunca lo fuimos.
El planeta se está tomando un respiro y siente alivio.
De: Un Peripatético.
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